Cuando hablamos de forense, siempre nos viene a la mente un experto perito relacionado con causas judiciales, que recaba pruebas criminales de cómo ocurrieron los hechos.
Bien, pues un cerrajero forense se dedica a la investigación en el forzamiento de puertas, cerraduras, cajas fuertes y otros sistemas de cierre.
En los años 70, un técnico en criminología se dedicó a investigar los métodos utilizados para forzar cerraduras de puertas y cajas fuertes por parte de los delincuentes. De su método de estudio nació lo que hoy se conoce como la labor de un cerrajero forense, estudiar las marcas que deja toda cerradura forzada y determinar así si fue manipulada, con qué y cómo.
Las compañías de seguros. Es importante determinar si la entrada a un hogar fue por forzamiento de puerta o por descuido. También se necesita saber si hubo fraude, pues son muchas las ocasiones en las que se simula un robo y un buen experto en cerrajería forense podrá descubrir si una cerradura fue forzada, si realmente se logró abrir la puerta o si las marcas fueron realizadas con posterioridad, o incluso ampliados los daños en estas.
Tribunales. Lo hacen para poder descubrir el tipo de actuación que se llevó a cabo en una intrusión, para determinar si fue hurto o robo.
En definitiva, podemos decir que la labor de un cerrajero forense es imprescindible hoy día en la elaboración de informes periciales en busca de la verdad y los hechos probados.
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